Cuando tu pequeño te miró por primera vez, seguro te preguntaste ¿qué vio? y además, si sabía quién eras. A los científicos también les da curiosidad saber qué entienden los bebés y en qué momento. En las últimas décadas, los investigadores infantiles han utilizado los avances tecnológicos y métodos creativos para descubrir cómo los bebés ven su mundo. Lo que han descubierto es fascinante, -y no es sorprendente- los bebés avergüenzan a sus padres, quienes muchas veces subestiman cuánto cambia la visión y comprensión del mundo en los primeros meses de vida de sus hijos. Conoce algunos de los descubrimientos.
Destacados:
|
0-3 meses: prefieren las caras sonrientes
Además de los ojos, los bebés ven con sus cerebros. El desarrollo neurológico empieza inclusive antes de que nazcan. Algunos datos interesantes:
- Los fetos responden a la luz a través de la pared uterina e incluso parpadean en el útero.
- Solo unas horas después del nacimiento, un bebé responde a las luces, aunque la visión es el sentido más débil de un recién nacido.
- La visión de un recién nacido es en blanco y negro; el color rojo es el primero que ven unas semanas después.
- A los bebés les fascinan las caras, especialmente cuando las ven muy cerca y prefieren las caras felices a las tristes.
Muchos científicos piensan que la preferencia por las caras es un resultado de la evolución. Los niños que se sienten cómodos con sus cuidadores desde el principio tienen mejores habilidades de supervivencia.
3-6 meses: El mundo se vuelve más claro y colorido
La visión de tu bebé seguirá siendo borrosa y desenfocada durante unos meses. Hasta el tercer mes la visión a color realmente empezará a funcionar. Por eso, los objetos que más le llaman la atención al principio son los que tienen un alto contraste, como los de colores blanco y negro.
Así ven tu bebé en esta etapa:
- Mira fíjamente y con atención los rostros y objetos durante varios segundos a la vez. A los seis meses, a menudo su visión es de 20/40. Aunque no es perfecta, es fuerte.
- Escanea su entorno con un propósito. Desde el principio los bebés aprenden a enfocarse en las características más importantes en lugar de escanear aleatoriamente los bordes de los objetos.
- Cambia su atención a menudo. Esta es una buena señal de crecimiento, pues indica que está buscando, a propósito, información nueva a su alrededor.
Tal vez notes que tu bebé se aburre después de un momento corto; esto es normal antes de los 6 meses. También puedes ver que empieza a ‘encerrarse’ cuando prefiere ciertos objetos o juguetes. Si tienes una mascota, mira cómo la busca y fíjate en su expresión cuando la encuentra. Todas estas son señales de que su visión y cerebro están creciendo y cambiando.
6-9 meses: cuerpo y visión del bebé trabajan en sincronía
Alrededor de los 8-9 meses la visión de tu bebé alcanzará la claridad del adulto. Su visión y pensamiento se unen para crear una nueva comprensión de cómo funciona el mundo. El bebé está aprendiendo que los objetos y las personas existe incluso así no los pueda ver directamente. Por ejemplo, notarás que reacciona de manera diferente cuando te mueves fuera de su vista o en otra habitación. A menudo llorará o extenderá sus brazos hacia ti antes de que te vayas. Cuando empieza a voltearse, buscar sus juguetes y finalmente gatear quiere decir que ha afinado su visión, lo que hace que resuelva mejor las distancias y la profundidad.
A los 9 meses comenzará a acercarse a los bordes de un cojín, luego los mirará de cerca y decidirá si es seguro continuar. Cuando quiera coger un juguete (o las gafas que tanto les gustan a los bebés), ya no es tan torpe, sino que cada vez está más coordinado. Los avances en la coordinación ojo-mano y cerebro-ojo son señales de que ha conseguido mejorar sus habilidades y esto le ayudará a superar los siguientes logros en el desarrollo de motricidad gruesa como gatear y escalar.
En tan solo 9 meses, tu bebé ha pasado de ser un recién nacido, totalmente dependiente de sus cuidadores, a ser un científico curioso que está viendo su entorno con claridad, atención y propósito. Por esta razón, es muy importante que el bebé esté alejado de las pantallas electrónicas.
La Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños no pasen tiempo con las pantallas, porque el cerebro del bebé está conectado para aprender mejor a través de interacción personal con gente y objetos tridimensionales.
A pesar de las afirmaciones educativas sobre los videos o las aplicaciones diseñadas para bebés, tú puedes ayudarle a tu pequeño a ver el mundo mejor, en un entorno seguro y visualmente diverso. El rápido desarrollo de su cerebro te lo agradecerá.