Ahora que tu bebé ha ganado control de su cabeza y ha aprendido a darse la vuelta, está listo para sentarse. Este gran logro le permite una nueva forma de moverse y observar a su alrededor.
Al igual que otros logros anteriores de la motricidad gruesa, sentarse sigue preparando a tu bebé para sus movimientos futuros (el siguiente: ¡gatear!). Alimenta su desarrollo sensomotriz y aumenta su adquisición de lenguaje. Hablaremos de esto a continuación:
¿Cuándo deben sentarse los bebés?
Alrededor de los 6 meses podrás sentar a tu bebé y él usará sus brazos para apoyarse y quedarse ahí por lapsos cortos. Hacia los 7 meses tendrá un buen equilibrio mientras se sienta sin la ayuda de sus brazos, podrá doblarse hacia delante y hacia atrás para alcanzar objetos. Hacia los 8 meses empezará a halar para sentarse solo.
Algunos bebés alcanzan la etapa de sentarse solos más pronto, otros lo lograrán más tarde. Si te preocupa el desarrollo de tu bebé, acude al pediatra. Él te dirá si tu hijo está dentro de la franja media de desarrollo.
Sentarse y otros logros de la motricidad gruesa
La terapeuta física pediátrica, Dr. Andrea Hayward, MSPT,DPT explica que empujar para sentarse por sí mismo es una hazaña extraordinaria para tu bebé. Requiere de mucha fuerza en la pelvis, el tronco y los brazos para incorporarse, y mucho equilibrio y coordinación para poderse doblar, girar, apoyar y jugar usando ambas manos. Todo esto lo prepara para su mayor desafío de la motricidad gruesa: ¡gatear!
Sentarse y la integración sensomotriz
Sentarse es un gran logro para los sentidos “internos” (vestibular y propioceptivo) de tu bebé. Éstos son cruciales para el movimiento coordinado y equilibrado. El sentido vestibular es la comprensión de nuestros cuerpos en el espacio. Nos permite saber cómo está ubicado nuestro cuerpo en relación con el suelo y con los objetos que nos rodean. El sentido propioceptivo es la comprensión de la posición relativa de nuestras partes del cuerpo.
La terapeuta ocupacional pediátrica, Natasha Bravo, M.S., OTR/L indica que el sentarse mejora estos sentidos de manera importante: le enseña a tu bebé a entender que su cuerpo es vertical y no horizontal y que su cabeza está más alejada del suelo cuando está sentado que cuando está acostado. El bebé aprende a usar su cuerpo para pasar de una posición a otra, cambiar el peso de un lado a otro del cuerpo y evitar las caídas si pierde el equilibrio.
El desarrollo del lenguaje
En nuestros artículos sobre los logros de la motricidad gruesa resaltamos cómo cada uno de ellos brinda nuevas oportunidades para que tu bebé interactúe de manera significativa contigo mientras juegan. Estas interacciones, de acuerdo con la patóloga pediátrica del habla y del lenguaje, Mandy Álvarez, M.S., CCC-SLP, son las que impulsan su desarrollo del lenguaje.
Sentarse trae un nuevo elemento dinámico para jugar. Cuando tu bebé puede halar para sentarse sin ayuda y liberar sus manos, podrá manipular objetos de una nueva forma. Puede sostener un objeto en cada mano y golpearlos o usar sus dedos para mover objetos en el piso. Esto crea nuevas oportunidades para que le nombres objetos y acciones, le narres lo que sucede y entables una conversación con él. Todo esto le enseña a tu bebé a expresarse, a oír, a entender causa y efecto y a comprender el lenguaje no verbal.
Nuestra aplicación BabySparks cuenta con múltiples actividades que puedes hacer con tu bebé para apoyarlo mientras aprende a sentarse y a mantenerse sentado. Pronto estará listo para gatear y tienes que prepararte para esa etapa.