¡Nada supera a una piscina fresca en un caluroso día de verano! A la mayoría de los niños pequeños les encanta chapotear y jugar con juguetes en piscinas, lagos u otras áreas de natación. La natación – ya sea en los brazos de un cuidador, dando patadas mientras se lleva un chaleco salvavidas, o incluso en las primeras clases de natación – proporciona beneficios únicos para los pequeños.
Los beneficios de nadar incluyen:
Salud y forma física: La natación es una actividad física increíble para los niños. El agua da una resistencia natural, que trabaja y fortalece los músculos grandes de los brazos, las piernas y abdominales. La Asociación Americana del Corazón recomienda al menos 60 minutos de ejercicio moderado todos los días a partir de los 2 años, y la natación es una forma divertida para que los pequeños de cumplir con este importante tiempo de ejercicio.
Equilibrio y coordinación: El agua es un lugar único para el desarrollo del equilibrio, porque las posiciones del cuerpo de los pequeños cambian constantemente, ¡y en formas que simplemente no experimentan en los juegos fuera del agua! La natación también implica la conciencia del cuerpo, los movimientos corporales cruzados y la memorización de cómo utilizar el cuerpo para ir de un lugar al otro dentro del agua.
Confianza e independencia: Es común que los niños comiencen en la natación con mucha ansiedad (especialmente cuando se trata de clases de natación formales). Pero a medida que empiezan a entender los conceptos de flotar y moverse en el agua, se sentirán más cómodos explorando el agua. Con el tiempo, aprender a nadar será un gran logro para los pequeños.
Habilidades de seguridad: ¡Este beneficio es muy importante! Ningún padre o cuidador quiere pensar en los peligros potenciales del agua, pero es esencial mantener a los pequeños seguros alrededor de ella. De hecho, muchos programas formales de natación para niños pequeños empiezan enseñándoles qué hacer si se caen al agua.
Consejos de seguridad al nadar
¡Esperamos haberte convencido de que la natación es una excelente actividad para tu pequeño! Pero como mencionamos anteriormente, el agua puede ser peligrosa. De hecho, el ahogamiento es la principal causa de muerte accidental para los niños de 1 a 4 años. Esto es lo que puedes hacer para mantener a tu niño a salvo cuando nade:
Clases de natación: La Academia Americana de Pediatría (AAP) señala que los niños de tan solo 1 año pueden empezar a tomar clases de natación, lo que puede reducir el riesgo de ahogamiento.
Supervisión: Siempre supervisa a los niños alrededor de los cuerpos de agua, incluso si simplemente están flotando en aguas poco profundas.
Piscinas con vallas: Las piscinas deben tener una valla de seguridad instalada alrededor, con una puerta cerrada a prueba de niños. Asegúrate que el área esté cerrada y bloqueada en todo momento cuando no la estés usando.
Usa chalecos salvavidas en lugar de dispositivos de flotación: Un chaleco salvavidas es una opción más segura para los no nadadores. Revisa la tabla de tallas de los chalecos salvavidas para asegurarte de que tu niño cumple con los requisitos de tamaño y peso.
Ten tu teléfono móvil a mano: En caso de una emergencia, tu teléfono celular permitirá que la ayuda llegue lo más rápido posible.
Inspecciona las piscinas: Antes de cada uso, debes completar una inspección para asegurarte de que no falte ninguna cubierta de drenaje, lo que puede crear una succión insegura para los niños pequeños. Además, busca cualquier punto resbaladizo u objeto punzante dentro y alrededor de la piscina.
Contigo como su guía, tu hijo pequeño puede jugar de forma segura en la piscina y aprovechar los muchos beneficios de la natación para el desarrollo.
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