El divorcio es una situación difícil. Punto. Entre las emociones confusas, nuevas condiciones de vivienda y alteraciones en tu rutina, el divorcio puede poner todo tu mundo patas arriba. Aunque el divorcio puede ser personalmente doloroso, cuando hay niños pequeños involucrados, el proceso puede ser aún más complicado. Los niños pequeños no son lo suficientemente grandes para entender la naturaleza compleja del divorcio, pero pueden captar las emociones estresantes y el discurso tenso que sucede en la casa.
Es importante entender cómo se ve el divorcio a través de los ojos de un niño pequeño para así poder proporcionarle claridad, apoyo y confort durante este momento difícil. Entraremos en detalle sobre esto, pero primero démosle una mirada a algunas buenas noticias de algunas investigaciones.
Una nota positiva de las investigaciones sobre el divorcio
Ningún divorcio es similar, así que recuerda que cada padre y niño lo manejará de manera diferente. Aun así, muchos padres y cuidadores se preocupan por los efectos a largo plazo del divorcio en los niños pequeños. Afortunadamente, hay bastantes investigaciones sobre el divorcio y sus resultados arrojan luz sobre cuan resilientes son los niños. Por ejemplo, los investigadores midieron los efectos promedio del divorcio en niños pequeños, tres años después de la separación, y no encontraron diferencias en su desarrollo en comparación a los niños cuyos padres aún permanecían juntos. Esto significa que cuando ambos padres toman las medidas adecuadas para ayudar a los niños a ajustarse al divorcio, todos tienen la oportunidad de aprender, crecer y reponerse de este.
Consejos para padres y cuidadores
Éstas son algunas cosas claves para recordar al guiar a tu niño durante un divorcio.
Brinda seguridad
Los terapeutas de pareja y familia recuerdan a las parejas en proceso de divorcio que constantemente le aseguren al niño que es amado y que va a ser cuidado. El divorcio irrumpe con la rutina diaria del niño, así que es importante ayudarlo a que se sienta seguro al darle la seguridad continuamente de que todo va a estar bien.
Sé directo y mantén las cosas sencillas
Al discutir el divorcio con tu niño, limítate a los hechos y mantén las conversaciones lo más simples posible. Dale todos los detalles que necesite para saber sobre su nueva rutina y dónde va a vivir. “Tu papá vivirá en otra casa y nosotros vamos a vivir aquí. En algunas ocasiones, tu vas a vivir en otra casa con tu papá, mientras yo me quedo acá.” Los niños pequeños no captan por completo el concepto del tiempo aún, así que recuérdale su rutina nueva todos los días. Refuerza la idea de que alguien siempre estará ahí en los momentos críticos como las comidas, la hora del baño y la hora de dormir.
Fomenta la expresión de pensamientos y sentimientos
Es difícil para los niños ver las cosas desde una perspectiva diferente, así que el tuyo se va a preocupar principalmente sobre cómo el divorcio lo afecta a él. Es posible que se sienta triste, bravo o confundido cuando sepa que uno de los padres no va a estar ahí para la cena o para jugar. Dile que está bien tener esos sentimientos y que puede expresar su malestar o tristeza con cualquiera de los padres cuando lo necesite.
Ten cuidado con tus palabras
Recuerda que nunca es apropiado hablar de manera negativa sobre el otro padre enfrente de tu niño. Puede que no entienda los elementos del divorcio, pero si puede detectar que hay hostilidad entre sus cuidadores. Una relación saludable con ambos padres es fundamental para su desarrollo, así que es importante que todos los involucrados tengan cuidado con sus palabras.
Prepárate para problemas de comportamiento
Puesto que los niños pequeños aún están aprendiendo a manejar los sentimientos grandes, hay una gran posibilidad de que reaccione al divorcio por medio de ciertos comportamientos. Puede que tu pequeño tenga unas cuantas rabietas, que ponga a prueba los límites y quizás hasta muestre señales de regresión (chuparse el dedo o no querer dormir en su propia cama). Recuerda que estos comportamientos son comunes, y que, con un apoyo sensible de tu parte, van a disminuir con el paso del tiempo.
Haz rituales y conserva las rutinas
Puede ser útil tanto para ti como para el otro padre tener un ritual especial con tu niño al momento de hacer la transición de un hogar al otro. Hagan una lista de sus juguetes favoritos y escojan uno especial cada semana para que lo lleve a la otra casa. Hablen sobre lo que le emociona hacer en la casa de su padre mientras toman la merienda. Lean libros juntos, preferiblemente uno que hable de este tema, como Two Homes o My Family’s Changing. Los dos tienen historias positivas y reconfortantes para pequeños que se están adaptando al divorcio.
Crear y mantener nuevas rutinas y rituales es uno de los pasos más importantes a tomar durante y después del divorcio, puesto que crea un sentido de estabilidad durante un momento de grandes cambios.
Back