Uno de los objetivos de la primera infancia es conseguir que un niño esté listo para aventurarse en un entorno educativo, donde le esperan nuevas habilidades y amigos. Debido a que la discapacidad intelectual es característica del síndrome de Down (SD), los niños con esta condición necesitan un apoyo de aprendizaje adicional en los años previos al inicio de la escuela. En este artículo veremos cómo el SD afecta al aprendizaje y cómo se pueden aprovechar las fortalezas de un niño para ayudarle a alcanzar su potencial.
Cómo el síndrome de Down afecta el aprendizaje
El síndrome de Down (SD) es la principal causa genética de la discapacidad intelectual. Aunque todos los niños con SD son diferentes en cuanto a la gravedad de la discapacidad intelectual, tienen diferencias comunes en varias áreas cognitivas. Estas diferencias se ubican bajo la sombrilla de las habilidades de función ejecutiva, que actúan como una especie de sistema de control de tráfico aéreo, pues organizan la multitud de información en nuestros cerebros para que podamos aprender, planificar y llevar a cabo tareas.
Las habilidades de función ejecutiva con las que los niños con SD tienden a luchar incluyen:
- Atención, la cual interfiere con el hecho de mantenerse ocupado con una tarea y aprender a secuenciar actividades para aprender con éxito habilidades de varios pasos (rutinas de autocuidado como vestirse, por ejemplo).
- Control de inhibición, lo que dificulta el filtrado y la organización de la información. Los niños con SD a menudo luchan por entender lo que es importante y lo que es irrelevante.
- Memoria verbal a corto plazo, que interfiere con el aprendizaje por medio de la escucha. Por eso es tan importante el uso de medios visuales para los niños con SD (más sobre esto abajo).
- Planificación y organización, lo que interfiere con el aprendizaje y el uso de las habilidades de resolución de problemas.
- Cambiar de mentalidad, lo que dificulta el cambio entre dos tareas (centrarse en un juego, distraerse con un ruido y volver al juego, por ejemplo).
- Pedir ayuda (también conocido como «autocontrol»), lo que dificulta que los niños con SD puedan controlar cómo va una tarea y si necesitan o no pedir aclaración o ayuda.
Fortalezas cognitivas de los niños con síndrome de Down
A pesar de los desafíos comunes mencionados anteriormente, los niños con SD también tienen fortalezas cognitivas, como el aprendizaje a través de la observación. Asumen lo que sucede a su alrededor, listos para imitar y recibir las recompensas de integrarse. Están motivados por el refuerzo positivo, así que celebrar todas las victorias ayuda a mantenerlos motivados. Y aunque su memoria verbal a corto plazo puede estar retrasada (lee aquí sobre este tema en el artículo sobre habilidades lingüísticas en el SD), los niños con síndrome de Down son fuertes aprendices visuales, por lo que usar pistas visuales como imágenes o gestos es esencial.
El poder de las rutinas
Las rutinas promueven el aprendizaje de todos los niños, pero pueden ser especialmente poderosas para aquellos con SD. Saber qué esperar puede ayudar a reducir el estrés y reforzar la memoria. Mantén las tareas rutinarias organizadas en pasos predecibles para ayudar a tu niño a sentirse capaz y seguro. Por ejemplo, crea una lista paso a paso con imágenes para el cepillado de los dientes y ponla en el espejo del baño.
Cuando es hora de ir a la escuela
Apoyar el aprendizaje temprano de tu niño es una forma de prepararlo para el colegio, pero su desarrollo socio-emocional es otra clave para la preparación escolar. En este artículo puedes leer todo sobre el síndrome de Down y el desarrollo socio-emocional. (puedes enlazar con el artículo sobre el síndrome de Down aquí).
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