El embarazo es una de las etapas más comentadas y llenas de consejos en la vida de una persona. Amigos, familiares, redes sociales e incluso desconocidos suelen ofrecer opiniones que no siempre son precisas. Aunque algunas creencias se basan en tradiciones o verdades a medias, muchas son mitos sin fundamento. La desinformación puede generar estrés innecesario o llevar a tomar malas decisiones. Aclaramos el panorama desmintiendo 10 de los mitos más comunes del embarazo con hechos basados en evidencia.
Puntos destacados:
- No todos los antojos indican una necesidad nutricional; muchos son hormonales o emocionales.
- Puedes hacer ejercicio de forma segura durante el embarazo con orientación adecuada.
- La acidez no significa que tu bebé tendrá mucho cabello.
- Volar durante el embarazo es generalmente seguro en la mayoría de los trimestres.
- No necesitas «comer por dos»; la calidad importa más que la cantidad.
1. Mito: Estás comiendo por dos
Realidad: Aunque las necesidades calóricas aumentan durante el embarazo, no se duplican. La mayoría solo necesita entre 300 y 500 calorías extra por día en el segundo y tercer trimestre. Comer en exceso puede causar aumento de peso innecesario y complicaciones como diabetes gestacional.
2. Mito: No puedes hacer ejercicio durante el embarazo
Realidad: El ejercicio moderado no solo es seguro, sino beneficioso. Actividades como caminar, nadar o hacer yoga prenatal pueden mejorar el estado de ánimo, reducir molestias y promover un mejor sueño. Consulta siempre a tu médico antes de comenzar una rutina.
3. Mito: La acidez significa que tu bebé tendrá mucho cabello
Realidad: Este mito tiene algo de respaldo científico. Un pequeño estudio encontró una correlación entre la acidez y bebés con más cabello, posiblemente por las hormonas del embarazo que relajan el esfínter esofágico. Aun así, no es un predictor confiable.
4. Mito: Los antojos indican lo que el cuerpo necesita
Realidad: No necesariamente. Algunos antojos pueden relacionarse con deficiencias (como hierro), pero la mayoría se debe a cambios hormonales o factores emocionales. ¡Desear pepinillos con helado no significa que tu cuerpo los necesita!
5. Mito: No puedes teñirte el cabello ni pintarte las uñas
Realidad: La mayoría de los expertos coinciden en que usar tinte o esmalte ocasionalmente es seguro, especialmente después del primer trimestre. Asegúrate de que el espacio esté bien ventilado y evita los productos con olores químicos fuertes.
6. Mito: Debes evitar toda la cafeína
Realidad: Un consumo moderado de cafeína (aproximadamente 200 mg al día, o una taza de 350 ml de café) se considera seguro durante el embarazo. El exceso puede aumentar el riesgo de aborto espontáneo o bajo peso al nacer.
7. Mito: Volar durante el embarazo es peligroso
Realidad: Volar es seguro para la mayoría de las embarazadas sanas hasta alrededor de la semana 36. Se recomienda moverse con frecuencia y usar medias de compresión para evitar coágulos. Consulta siempre con tu médico y verifica las políticas de la aerolínea.
8. Mito: La forma de la barriga revela el sexo del bebé
Realidad: La forma de la barriga depende de factores como la tonicidad muscular, la posición del bebé y el tipo de cuerpo, no del sexo. Las únicas formas confiables de saber el sexo son las ecografías y pruebas genéticas.
9. Mito: No puedes tener relaciones sexuales durante el embarazo
Realidad: A menos que tengas un embarazo de alto riesgo o tu médico lo desaconseje, el sexo durante el embarazo es generalmente seguro. El bebé está protegido por el saco amniótico y los músculos del útero.
10. Mito: Las náuseas solo ocurren por la mañana
Realidad: Las náuseas pueden aparecer en cualquier momento del día. En algunas personas son peores por la mañana debido al bajo nivel de azúcar en sangre, pero otras las sienten durante todo el día. En casos graves (hiperémesis gravídica), puede requerirse tratamiento médico.
Navegar por el embarazo ya es lo suficientemente desafiante sin tener que lidiar con consejos desactualizados o mitos infundados. Comprender qué es verdad y qué es falso te permite tomar decisiones informadas que beneficien tu salud y la de tu bebé. Confía en tu profesional de salud, consulta fuentes confiables y recuerda: cada embarazo es único.
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