Los padres y cuidadores a menudo se sorprenden de que los pequeños desarrollen hábitos que normalmente se asocian a los adultos, y el rechinar de dientes es uno de ellos. Como adultos, podemos rechinar los dientes debido al estrés o la ansiedad, pero ¿por qué un niño pequeño aprieta y rechina sus pequeños dientecitos?
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¿Qué es el rechinar de dientes?
El bruxismo, que es el término médico para designar el rechinar de dientes, se produce cuando la mandíbula está fuertemente apretada y los dientes rechinan mientras se duerme. Si sospechas que tu niño tiene bruxismo, es posible que oigas sonidos de crujidos, chasquidos o roces mientras duerme. Sorprendentemente, el rechinar de dientes es bastante común en la primera infancia. Los estudios demuestran que los niños de tan solo 6 meses pueden desarrollar bruxismo cuando los dientes de leche están creciendo, y de nuevo alrededor de los 5 años, cuando aparecen los dientes permanentes. Los expertos afirman que la mayoría de los niños pequeños superan el bruxismo de forma natural, pero en algunos casos este hábito puede prolongarse hasta la edad adulta.
¿Qué hace que los niños pequeños rechinen los dientes?
Al igual que los adultos, es posible que los niños pequeños sufran de ansiedad, lo que puede hacer que rechinen los dientes mientras duermen. Sin embargo, el bruxismo en los bebés y niños pequeños puede desarrollarse también por otras razones. Algunos niños pueden empezar a rechinar los dientes porque están experimentando con la sensación de los nuevos dientes que están creciendo o si sus dientes no están alineados. Los niños también pueden rechinar los dientes como respuesta al dolor cuando les están saliendo los dientes o tienen una infección de oído. El rechinar de dientes también se asocia a la hiperactividad y es frecuente en niños con problemas médicos, como la parálisis cerebral.
Efectos del rechinar de dientes
La mayoría de los casos bruxismo de los niños pequeños son leves y temporales, pero es importante conocer los efectos a corto y largo plazo que pueden producirse si continúan. El bruxismo persistente puede provocar dolores de cabeza y de oído en algunos niños. También puede dañar el esmalte de sus dientes, crear dolor cuando mastican alimentos sólidos o hacer que sus dientes sean más sensibles a las temperaturas calientes y frías. En los casos graves de bruxismo, los niños pueden sufrir dolor de mandíbula y desarrollar un trastorno de la articulación temporomandibular (ATM).
Lo que puedes hacer
De nuevo, la mayoría de los casos de bruxismo de los niños pequeños son menores y simplemente se superan. Pero si te preocupa que tu niño rechine los dientes, es muy recomendable que acudas a un dentista pediátrico para que te oriente. Los signos de que puede ser el momento de una visita al dentista incluyen oír un chasquido o rechinar los dientes cuando duermen, quejas de dolor facial o de mandíbula, o si son repentinamente sensibles a los alimentos y bebidas frías o calientes.
En general, los padres y cuidadores pueden estar tranquilos sabiendo que rechinar los dientes no es peligroso ni gravemente perjudicial, pero es una buena idea vigilar cualquier signo de bruxismo y acudir al dentista si es necesario.
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