Si creciste con una mascota a la que adorabas, probablemente ya sabes lo increíble que es tener un animal como amigo. Las mascotas no son solo nuestros amigos, son miembros de la familia. Y resulta que crecer con una mascota tiene recompensas que van más allá de los mimos y de los muchos saludos entusiastas en la puerta de casa. No importa si se trata de un perro, un gato, un pájaro, un pez, un reptil o cualquier otro animal, las mascotas ofrecen muchos beneficios a los niños.
Un reporte de 22 estudios en el que examinaron la relación entre los animales domésticos y los niños, los autores descubrieron que las mascotas pueden tener un impacto positivo en el bienestar general de los pequeños. Crecer con mascotas está relacionado con una mayor autoestima, habilidades sociales e incluso desarrollo cognitivo. Veamos con más detalle por qué estas criaturas domésticas son tan especiales.
Destacados:
● Numerosos estudios científicos demuestran que las mascotas pueden tener un impacto positivo en el desarrollo y el bienestar general del niño. ● Las mascotas se han asociado a una fuerte autoestima, habilidades sociales y desarrollo cognitivo. ● Las mascotas pueden beneficiar a los niños pequeños porque: o Enseñan responsabilidad o Mejoran las habilidades sociales y verbales o Fomentan la empatía o Ofrecen apoyo emocional o Promueven la salud física |
Por qué crecer con mascotas beneficia a los niños
Las investigaciones demuestran que los animales domésticos favorecen el crecimiento y el desarrollo de los niños de todas las edades, pero aportan algunos beneficios únicos a los niños pequeños. Aquí algunas razones clave para considerar la posibilidad de traer una mascota a tu casa.
Enseñan responsabilidad
Una de las razones por las que los padres y cuidadores pueden (o no) querer tener una mascota, es el hecho de que requieren cuidados y atención. Si se trabaja tiempo completo y se tienes un niño pequeño con mucha energía, la idea de asear y alimentar a otro ser vivo puede ser desalentadora. Sin embargo, los niños pequeños aprenden mucho sobre la responsabilidad realizando tareas sencillas como llenar el cubo de agua de la mascota o esparcir la comida en la pecera. Estas pequeñas pero significativas tareas no solo enseñan responsabilidad, sino que también aumentan la confianza en sí mismo del niño.
Mejora las habilidades sociales y verbales
Los animales domésticos también pueden servir para desarrollar las habilidades sociales. Mucho más en el caso de los niños pequeños que tienen un temperamento de animación lenta. Aunque pueden ser reacios a comunicarse con otros seres humanos, un animal de compañía puede evocar un lenguaje expresivo e invitar a un nuevo vocabulario a medida que aprenden más sobre el animal.
Construyen empatía
Cuando los niños aprenden a cuidar de una mascota, también aprenden a ponerse en los zapatos del otro. Las lecciones sobre cómo alimentar a una mascota a las horas adecuadas, no molestarla mientras duerme o por qué nunca debes quitarle su juguete favorito, pueden ayudar a los niños a entender cómo ser amables, cariñosos y respetuosos. Cuidar de una mascota también hace hincapié en la Teoría de la Mente, que ayuda a los niños a entender que los demás tienen pensamientos y sentimientos diferentes a los suyos.
Ofrece ayuda emocional
Si hay un grupo demográfico que puede beneficiarse realmente del apoyo emocional de los animales, es el de los niños pequeños. Ellos experimentan grandes emociones que pueden ser complicadas de procesar. Cuando se trata de sentirse enfadado, triste o incluso avergonzado, el consuelo de un animal puede ser una fuente extraordinaria de apoyo para un niño. Las mascotas son leales, no juzgan y ofrecen un amor incondicional. Las mascotas pueden calmar a los niños pequeños en los momentos emocionales y ayudarles a aprender a expresar, nombrar y comprender sus propias emociones.
Apoya la salud física
Los niños que crecen con mascotas suelen tener mejor salud en general y ser propensos a ser más activos. Las mascotas que requieren un ejercicio regular ayudan a los niños pequeños a comprender el valor del movimiento durante el día. Además del ejercicio, un estudio publicado por la Academia Americana de Pediatría descubrió que los bebés que crecen con mascotas -especialmente perros- tienen menos probabilidades de desarrollar resfriados y otras infecciones respiratorias cuando son niños pequeños.
No hay duda de que tener una mascota implica tiempo, energía y paciencia, pero con la ayuda de un animal, los niños pequeños pueden aprender grandes lecciones de vida con un impacto positivo por el resto de sus vidas.
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