Desde hace un buen tiempo, profesionales del desarrollo infantil, han sospechado que el uso de dispositivos electrónicos como tabletas y teléfonos inteligentes afectan el desarrollo de los niños. Ahora la ciencia está empezando a apoyar esta idea.
La Sociedad Académica de Pediatras en su reunión de 2017, publicó y presentó el primer estudio sobre la relación entre el tiempo de exposición a pantallas y la demora en el desarrollo del lenguaje. El estudio, registro el tiempo de exposición a pantallas en dispositivos portátiles de 894 niños entre 6 meses y 2 años, y encontraron que, por cada 30 minutos adicionales al día de uso de pantallas, se presenta un aumento del 49% de demora en el desarrollo del lenguaje expresivo.
El lenguaje expresivo (lo que comunicamos), es una de las tres formas del lenguaje, junto con el lenguaje receptivo (lo que entendemos) y el lenguaje pragmático o social (como nos relacionamos con otros)
Revisamos con las patólogas del lenguaje, Mandy Alvarez y Melissa Marinelli Izquierdo su posición sobre la relación entre el tiempo de exposición a pantallas y el desarrollo del lenguaje.
Con nuestros pacientes hemos observado no solamente el aumento en una demora del desarrollo del vocabulario, lenguaje expresivo, sino también el entendimiento del lenguaje y el desarrollo social, junto con el aumento del uso de dispositivos electrónicos en bebés y niños pequeños.
Aunque se necesitan más estudios como el mencionado anteriormente, Alvarez e Izquierdo nos explican a continuación cómo los niños pierden aspectos críticos del lenguaje cuando están frente a una pantalla.
Conversación e interacción con las personas
El número de palabras que los bebés y los niños oyen, está ligado a un mayor desarrollo del lenguaje, pero no solo el número de palabras importa. Cada vez que alguien le habla a un niño (inclusive cuando éste todavía no habla), el desarrollo del lenguaje se da en diferentes niveles: Hablamos con palabras, gestos, caras, toda la conexión entre estos y el significado. Un niño que esta frente a una pantalla no recibe esta experiencia.
Aprender a filtrar la información
Una de las principales tareas del lenguaje receptivo es poner atención y seleccionar lo que realmente nos interesa. Aprendemos esta habilidad si estamos expuestos a diferentes ambientes, es necesario poner atención a lo que tenemos alrededor y escoger lo que nos interesa. Cuando un niño está frente a una pantalla, es ésta quien decide dónde debe estar la atención del niño y él deja de darse cuenta de lo que está pasando a su alrededor.
Con el tiempo, las habilidades de tomar y filtrar la información y de pasar de una a otra actividad se van debilitando. La dificultad de cambiar de atención puede causar problemas académicos en el futuro, así como la de copiar de un tablero, explorar un espacio, tomar notas e inclusive leer.
El juego
¡El juego da tantas oportunidades para el aprendizaje del lenguaje que es difícil enuméralas por completo!
Cuando tu bebé está jugando con un juguete tridimensional está aprendiendo conceptos tangibles como tamaño, textura y cantidad. Viendo imágenes de formas en una pantalla no tendrá esta experiencia.
Cuando participas en el juego de tu niño, estas enseñando vocabulario, gramática, secuencias y todos los beneficios de la interacción que mencionamos anteriormente. Cuando los niños comienzan a jugar a imitar, el lenguaje social aflora, actuando en situaciones de la vida real que le han llamado su atención. Nada de esto sucederá si está pegado a una pantalla.
Es importante anotar que, así como existen logros de la parte motriz también existen en el juego. Las habilidades del juego se van desarrollando por pasos y requieren práctica. Hemos visto niños en edad escolar quienes han gastado mucho tiempo frente a las pantallas y no tienen las habilidades para juegos de mesa (entendiendo el concepto, manteniendo la atención, tomando turnos, resolución de conflictos, manejo de emociones alrededor de perder, etc.)
Finalmente, darle a tu niño un dispositivo electrónico cuando esta aburrido solo lo llevara a más aburrimiento, pues no está aprendiendo a través del juego a ser creativo con su tiempo libre.
Para aprender acerca de los efectos del tiempo usado en pantallas en otras áreas del conocimiento y el tiempo recomendado frente a dispositivos electrónicos recomendados por la Academia Americana de Pediatría revisa acá.