Ya seas madre primeriza o estés esperando de nuevo, cada cita ofrece tranquilidad, orientación y la oportunidad de asegurar que tú y tu bebé están bien. Comprender qué sucede en cada visita puede aliviar la ansiedad y ayudarte a sentirte más segura durante el embarazo.
Puntos destacados:
- Las visitas prenatales siguen un calendario regular: mensuales hasta la semana 28, quincenales hasta la semana 36 y luego semanales hasta el parto.
- Las primeras visitas se centran en establecer los antecedentes de salud, incluyendo análisis de sangre, ecografías y revisión del historial médico.
- Las citas posteriores monitorean el crecimiento del bebé, los latidos del corazón, el peso materno, la presión arterial y la orina para seguir el progreso del embarazo.
- Las últimas visitas te preparan para el parto, incluyendo la posición del bebé, la prueba del estreptococo del grupo B y la revisión del plan de parto.
- Llega preparada con preguntas y síntomas para aprovechar cada visita y asegurar que tanto tú como tu bebé estén sanos.
Por qué son importantes las visitas prenatales
Estas citas son más que una rutina: son esenciales para seguir el desarrollo del bebé, detectar problemas temprano y cuidar tu bienestar general. También son tu espacio para hacer preguntas, expresar preocupaciones y crear una relación con tu profesional de salud.
Frecuencia de las visitas
La mayoría del cuidado prenatal sigue este esquema:
- Semanas 4–28: una visita al mes
- Semanas 28–36: una visita cada dos semanas
- Semanas 36 hasta el parto: una visita por semana
Este calendario puede ajustarse si tienes un embarazo de alto riesgo o necesidades médicas especiales.
Qué esperar en tus citas
Primera visita prenatal (entre semanas 6–8)
Suele ser la más larga. Puedes esperar:
- Revisión del historial médico: incluyendo ciclo menstrual, embarazos previos, cirugías y salud familiar.
- Examen físico: examen pélvico, Papanicolaou, peso, talla y presión arterial.
- Análisis de sangre: para verificar tipo de sangre, factor Rh, anemia e infecciones.
- Muestra de orina: para detectar infecciones o diabetes gestacional.
- Ecografía inicial: para confirmar la fecha de parto y verificar si hay múltiples bebés.
- Consejos sobre estilo de vida: nutrición, ejercicio, suplementos y sustancias a evitar.
Probablemente también hablarás sobre vitaminas prenatales y recibirás materiales educativos.
Visitas del segundo trimestre (semanas 13–27)
Se vuelven más rutinarias:
- Revisión de signos vitales: presión, peso y orina.
- Medición de la altura uterina: para monitorear el crecimiento del bebé.
- Escucha del latido fetal: con Doppler; muchas madres encuentran esto emocionante.
- Pruebas de detección: incluyen análisis genéticos y ecografía anatómica entre semanas 18–22.
- Revisión de síntomas: náuseas, fatiga, hinchazón y otros cambios.
También es un buen momento para hablar de clases de parto y planes iniciales.
Visitas del tercer trimestre (semanas 28–40+)
Son más frecuentes y enfocadas en el parto:
- Controles regulares de signos vitales y orina.
- Evaluación de la posición del bebé y altura uterina.
- Prueba del estreptococo del grupo B (semanas 35–37).
- Exámenes cervicales para medir dilatación y borramiento.
- Discusión de señales de parto: cuándo llamar o ir al hospital.
- Revisión del plan de parto: manejo del dolor, métodos de parto y cuidados postparto.
Algunos profesionales pueden hacer pruebas de bienestar fetal si hay preocupaciones sobre el crecimiento o movimientos.
Consejos para aprovechar tus visitas
- Lleva una lista de preguntas en tu teléfono o cuaderno.
- Ve con tu pareja o persona de apoyo, para recordar información y compartir decisiones.
- Sé honesta sobre tus síntomas. Nada es demasiado personal cuando se trata de tu salud y la de tu bebé.
- Monitorea los movimientos del bebé (especialmente en el tercer trimestre) e informa cualquier cambio.
Reflexión final
Las visitas prenatales son una herramienta poderosa para tener un embarazo sano y reducir el estrés. Saber qué esperar en cada etapa te permite enfocarte en conectarte con tu bebé y prepararte para la transición a la maternidad. Si tienes dudas, tu profesional está allí para ayudarte en cada paso.
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