Una nutrición adecuada durante el embarazo es una de las maneras más importantes de apoyar un embarazo saludable y darle a tu bebé el mejor comienzo en la vida. Una dieta equilibrada ayuda a reducir el riesgo de complicaciones, favorece el desarrollo fetal y te mantiene con energía durante esta etapa de grandes cambios en tu cuerpo. Aunque el embarazo implica mayores demandas nutricionales, con el enfoque correcto, puedes cubrir las necesidades de tu cuerpo sin sentirte abrumada.
Puntos clave
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- Seguir una dieta equilibrada y rica en nutrientes durante el embarazo favorece el desarrollo fetal saludable y reduce complicaciones.
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- Enfócate en nutrientes clave como el ácido fólico, hierro, calcio, proteínas y ácidos grasos omega-3.
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- Mantente hidratada con 8 a 12 vasos de líquidos al día, principalmente agua, para apoyar la digestión y la circulación.
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- Evita alimentos de alto riesgo como carnes crudas, lácteos no pasteurizados y pescados con alto contenido de mercurio.
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- Comer refrigerios inteligentes y comidas pequeñas y frecuentes puede aliviar molestias y mantener tus niveles de energía.
Comprendiendo las necesidades nutricionales
Durante el embarazo, tu cuerpo trabaja más para mantener tu salud y favorecer el crecimiento del bebé. Esto significa una necesidad calórica aumentada—alrededor de 300 calorías adicionales por día en el segundo y tercer trimestre. Sin embargo, la calidad es más importante que la cantidad. Estas calorías extra deben provenir de alimentos ricos en nutrientes, no de calorías vacías.
Nutrientes clave en el embarazo:
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- Ácido fólico: esencial para prevenir defectos del tubo neural. Necesitas al menos 600 mcg al día, que puedes obtener de vegetales de hoja verde, cereales fortificados y vitaminas prenatales.
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- Hierro: ayuda al aumento del volumen de sangre y previene la anemia. Apunta a 27 mg al día, presentes en carnes magras, legumbres y espinaca.
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- Calcio: vital para formar los huesos y dientes del bebé. Necesitas alrededor de 1,000 mg diarios, presentes en productos lácteos, leches vegetales fortificadas y tofu.
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- Proteínas: importantes para el crecimiento y reparación celular. Se necesitan entre 75 y 100 gramos al día, presentes en huevos, legumbres, aves y pescado.
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- Ácidos grasos omega-3: apoyan el desarrollo cerebral y visual del bebé. Consúmelos a través de pescados grasos como el salmón o fuentes vegetales como la linaza.
Cómo armar un plato balanceado
Sigue el modelo del “plato equilibrado” para planificar tus comidas:
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- La mitad del plato debe estar compuesta por frutas y verduras, ricas en fibra, vitaminas y antioxidantes.
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- Un cuarto del plato debe contener granos integrales como arroz integral, avena o quinoa.
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- El otro cuarto debe incluir proteínas magras como pollo, legumbres, tofu o pescado.
Grasas saludables como las del aguacate, frutos secos y aceite de oliva pueden incluirse con moderación.
La hidratación es clave
El agua cumple un rol vital en el embarazo: ayuda a la digestión, absorción de nutrientes y circulación. También previene el estreñimiento, una molestia común durante esta etapa. Se recomienda beber entre 8 y 12 vasos (64–96 onzas) de líquidos al día, principalmente agua. Las infusiones de jengibre o menta pueden aliviar las náuseas, pero consulta con tu médico antes de incorporar nuevos remedios herbales.
Refrigerios inteligentes
A medida que avanza el embarazo, las comidas grandes pueden resultar incómodas por la presión en el estómago. Comer bocadillos saludables con frecuencia puede mantener la energía y reducir las náuseas. Algunas ideas saludables incluyen:
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- Yogur griego con frutos rojos
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- Pan integral con aguacate
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- Hummus con bastones de zanahoria
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- Un puñado de nueces o almendras
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- Un plátano con mantequilla de maní
Evita los refrigerios ultraprocesados ricos en azúcares añadidos y grasas poco saludables, ya que pueden causar aumento excesivo de peso sin aportar nutrientes.
Alimentos que debes evitar
Algunos alimentos presentan riesgos durante el embarazo por posibles contaminaciones o efectos dañinos en el desarrollo fetal. Evita:
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- Carnes, huevos y mariscos crudos o poco cocidos
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- Productos lácteos y jugos no pasteurizados
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- Embutidos, a menos que se calienten hasta que estén humeantes
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- Pescados con alto contenido de mercurio como el pez espada, caballa gigante y blanquillo
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- Cafeína en exceso (limita a 200 mg/día) y alcohol, el cual debe evitarse completamente
Consulta con tu profesional de salud
Cada embarazo es único, por lo que tus necesidades nutricionales pueden variar según tu edad, peso, nivel de actividad e historial médico. Es fundamental hablar con tu médico o un dietista registrado para obtener recomendaciones personalizadas y asegurarte de que estás tomando los suplementos prenatales adecuados.
Consejo final
Empieza un diario de alimentos para registrar tus comidas y asegurarte de que estás cumpliendo tus metas nutricionales. También te puede ayudar a identificar aversiones, antojos o patrones que deban ajustarse.
Manteniéndote informada y tomando decisiones conscientes, puedes nutrir tu cuerpo y apoyar el desarrollo de tu bebé durante todo el embarazo. ¡Cada comida es una oportunidad para cuidar de ambos!
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