Si lo piensas, el nombre de tu bebé es el primer regalo que le haces. Y como seguramente has pasado mucho tiempo pensando en este regalo, probablemente te preguntes cuándo empezará tu niño a reconocer su propio nombre.
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Reacciones de los niños
Tu bebé responde naturalmente al sonido de tu voz. De hecho, el oído del bebé se desarrolla alrededor de las 24 semanas en el útero, lo que le permite aprender el sonido de la voz de su madre e incluso reconocer su lengua materna. Cuando le hablas a tu bebé, le sonríes o utilizas su nombre, suele reaccionar con un giro, una sonrisa, contacto visual o algún tipo de movimiento. Esta reacción puede hacerte pensar que está respondiendo a su propio nombre, pero, aunque estas respuestas son significativas y un signo saludable de desarrollo, tu bebé simplemente está reaccionando a los estímulos. Aunque digas su nombre un millón de veces al día, aún no conoce el significado de esta palabra tan especial.
Cuándo los bebés reconocen su nombre
Aunque los bebés no se aprenden sus nombres al instante, celebra las sonrisas, los arrullos, las miradas y las pataditas que dan cuando los oyes. Este tipo de interacciones son increíblemente importantes y esenciales para su desarrollo. Entre los 5 y los 7 meses, empiezan a detectar que los sonidos corresponden a determinados objetos o actividades, y esto incluye su propio nombre. Alrededor de esta edad, los bebés suelen girar o mirar hacia alguien que les llama por su nombre. Por supuesto, el reconocimiento del nombre se produce antes en algunos bebés y más tarde en otros. Si tu bebé no responde a su nombre u a otras señales a los 9 meses, o muestra patrones incoherentes en su comunicación, es una buena idea consultar a tu pediatra para que te oriente.
Cómo ayudar a tu bebé para que aprenda su nombre
Para que tu niño aprenda a reconocer su nombre, la repetición es fundamental. Como ocurre con el aprendizaje de casi cualquier habilidad, cuanto más se practique y se repita, más fácil será aprenderla. No dudes en utilizar su nombre cuando hagan cualquier actividad juntos. Por ejemplo, «¿Mateo necesita un cambio de pañal? ¡Creo que Mateo necesita uno! ¿Qué te parece un pañal limpio, Mateo?». Puede parecer una tontería, pero es eficaz. También ayuda evitar el uso de apodos durante los primeros meses de vida. Por supuesto, no tienes que dejar de decir lo mucho que quieres a tu pequeño “muñequito”. Estas expresiones de amor no hacen daño. Pero decir su nombre a menudo y con tonos cálidos y afectuosos les ayuda a asociar su nombre con el amor y la seguridad, y a entender que esa palabra única se refiere a ellos.
Aprender su nombre es el primer paso de tu niño hacia la independencia y el descubrimiento de su identidad, y un logro muy especial que hay que celebrar.
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