Notas a tu pequeño sentado en el suelo mirando su caja de bloques. Después de varios segundos, la levanta, la pone al revés y ve cómo los bloques se caen al suelo. Observas cómo vuelve a colocar cada bloque en la caja, solo para darle la vuelta y volver a dejarlos caer.
Podría repetir esta actividad varias veces, observando cuidadosamente los bloques cada vez. ¿Qué está pasando en su cerebro?
¡Mucho, en realidad! Una vez que los bebés empiezan a sentarse con ayuda o por su cuenta, tienen todo un nuevo mundo a su alcance. De repente hay más objetos que agarrar y más formas de jugar. Llenar recipientes con objetos y tirarlos es una de las nuevas formas en que tu pequeño comenzará a explorar.
Esta actividad no es solo para divertirse, sino que también ayuda a tu niño a desarrollarse y le enseña conceptos importantes.
Cómo se desarrollan las habilidades de vaciado y llenado
Tu bebé comienza a agarrar objetos alrededor de los tres meses de edad, pero no será hasta alrededor de los 9 meses que comenzará a dejar caer torpemente objetos en los contenedores. Antes de eso, desarrollará esta habilidad recogiendo y manipulando objetos para mirarlos más de cerca, sentir sus texturas y formas, y mover los objetos de una mano a otra.
Una vez que tu niño comience a desarrollar más coordinación entre manos y ojos, verás que se vuelve más preciso en la colocación de objetos. Será capaz de apuntar a un contenedor y colocar un objeto dentro. Poco después, su curiosidad le animará a ver qué pasa si vuelve a tirar todo fuera del recipiente.
Los beneficios del vaciado y el llenado
¿Qué es exactamente lo que estas nuevas habilidades enseñan a tu niño? Las actividades de vaciado y llenado parecen simples, pero mejoran muchas habilidades críticas:
Desarrollan el control motor fino
Cuanto más maneje y manipule objetos, más desarrolladas estarán sus habilidades motoras. Llenar una caja o un cubo requiere el control de sus dedos, manos y muñecas. El uso de recipientes y objetos de diferentes tamaños (incluyendo agua y arena) le ayuda a utilizar diferentes tipos de agarre y niveles de control de la motricidad fina.
Enseñan habilidades cognitivas, como causa y efecto, resolución de problemas, gravedad y conciencia espacial
Una de las razones por las que a tu niño le gusta tanto llenar y vaciar es porque le fascina lo que pasa después de vaciar un contenedor. Su cerebro procesa mucha información cuando ocurre, como qué ocurre con los objetos, si caen de la misma manera cada vez y qué necesita hacer para volver a meterlos. El resultado: Aprende sobre la causa y efecto, y la resolución de problemas.
Además, vaciar y llenar contenedores le enseña a tu niño pequeño sobre la gravedad, y conceptos espaciales como dentro, fuera, al lado y encima de.
Desarrollan la coordinación mano-ojo
Cuando tu niño pequeño coloca objetos en un recipiente, necesita coordinar lo que ven sus ojos con lo que hacen sus manos. En otras palabras, está construyendo su coordinación ojo-mano, lo que eventualmente le ayudará a escribir su nombre, atrapar una pelota y atar sus zapatos.
Enseñan conceptos matemáticos básicos
Tu pequeño esta experimentando cuando llena y desocupa algo. Aprenderá, con el tiempo, que el volumen del contenedor se llenará hasta su capacidad, y los objetos se caerán. Verá que si saca juguetes de un cubo lo hace menos lleno que antes y si añade juguetes lo hace más lleno. Estos son conceptos matemáticos iniciales que puedes ayudarle a entender dándole explicaciones mientras juegan. Por ejemplo, puedes decir: «Sacaste tres bloques. Ahora solo queda uno». ¡Si pongo uno, ya son dos!»
Aumentan la concentración
Las actividades de llenado y vaciado requieren que tu niño se concentre en lo que está haciendo. Debido a que hay tanto que aprender, estas actividades mantienen a muchos niños ocupados y concentrados por un buen tiempo. Puedes extender el tiempo de juego y mantener su capacidad de atención uniéndote a él.
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