Si le prestas atención a tu pequeño, te darás cuenta de que juega de diferentes maneras y con frecuencia ¡con el mismo juguete! Si alguna vez te has preguntado por qué hace esto, estas de suerte: El juego es uno de los temas más investigados en el desarrollo infantil, y decenas de investigadores se han preguntado lo mismo.
Como existen muchas investigaciones sobre el juego hay diferentes teorías y exploramos una de ellas en nuestro artículo sobre por qué los bebés y niños pequeños juegan solos juntos. Sigamos el trabajo del Dr. Kenneth Rubin, investigador y profesor de la Universidad de Maryland, donde describe estos diferentes tipos de juego:
4 tipos de juego
Juego funcional
El juego funcional es jugar solo para disfrutar la experiencia. Los niños participan en el juego funcional cuando intercambian sonrisas con sus cuidadores, o cuando aprietan un juguete suave una y otra vez. El juego funcional de un niño pequeño puede ser el escalar una estructura de juego, o golpear dos bloques juntos para escuchar el sonido que producen. El juego funcional ayuda a los pequeños a aprender sobre el mundo por medio de los sentidos, apoya el desarrollo socioemocional y fortalece las habilidades motrices.
Juego Constructivo
Como el nombre sugiere, este tipo de juego implica construir algo (armar, dibujar, elaborar, etc.) A diferencia del juego funcional, el juego constructivo está orientado a objetivos. El comienzo del juego constructivo muestra que los pequeños están desarrollando la habilidad de planear. ¿Recuerdas aquellos dos bloques que nuestro pequeño estaba golpeando entre sí? Ahora se encuentra apilando el uno encima del otro, construyendo una torre. Este tipo de juego promueve la creatividad, la solución de problemas y le da al niño una sensación de logro.
Juego exploratorio
Durante el juego exploratorio, el niño examina algo de cerca para aprender más sobre él. Por ejemplo, nuestro pequeño obtiene una serie de bloques nuevos y los estudia uno a uno mirándolos desde todos los ángulos mientras los gira lentamente en su mano. El juego exploratorio ayuda al niño a aprender conceptos de cognición y lenguaje tales como la forma, el tamaño, el color, la función y la ubicación espacial. Incluso en la infancia, los bebés “juegan” al observar su entorno atentamente.
Juego dramático
También conocido como juego simbólico o de fingir, el juego dramático surge paralelo a un cambio cognitivo grande: Entender que los objetos, las acciones o las ideas representan otros objetos, acciones o ideas. Es el principio del ser testigo de cómo la imaginación del niño pequeño cobra vida.
El juego simbólico empieza cuando el niño pequeño imita algo de manera concreta: Sostener un teléfono de juguete en su oído y fingir hablar. Esto evoluciona a crear una historia: Ir de un lado al otro entre hablar en el teléfono de juguete y pasárselo al padre dándole el turno para hablar. La siguiente fase implica un juego más abstracto: Sostener un bloque contra su oreja y fingir hablar por teléfono.
Puesto que el juego simbólico es un paso de desarrollo tan importante, tenemos un artículo completo, así que dirígete a él para saber más.
Lo que viene después
Cuando el niño pequeño entra a preescolar y a la escuela elemental, el juego simbólico continúa evolucionado. El niño no solo actúa “historias” más abstractas y complejas, sino que la aparición del juego cooperativo (hacia los 4 años) conlleva a la creación conjunta de escenarios imaginativos con compañeros.
El juego cooperativo también conlleva a otros niveles de juego: Los juegos con reglas. Estar de acuerdo con algo, seguir y ajustarse a las reglas es esencial para el desarrollo socioemocional, y enseña a los niños a usar la lógica, la justicia, y a solucionar problemas para interactuar exitosamente.
Cómo fomentar el juego
Hoy en día internet está lleno de lo que los expertos en desarrollo infantil han enfatizado por años: El juego es central en todos los aspectos del desarrollo – incluyendo las habilidades motoras, el lenguaje, la solución de problemas, la inteligencia emocional y las interacciones sociales.
Lo más importante que puedes hacer para fomentar el juego, ¡es fomentar el juego! Dale al niño suficiente tiempo para el juego estructurado y no estructurado, y recuerda que durante los primeros años su mejor amigo eres TU. Un día él y un compañero construirán un garaje de tres pisos con bloques y parquearan todos los carros de juguete adentro, pero para llegar a eso necesita empezar en el piso contigo, empujando el carrito de juguete mientras los dos dicen, “¡Rum-rum!”.
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