Cuando piensas en “andamiaje”, puede que visualices una estructura en una construcción que permite que los obreros lleguen a alturas que no podrían alcanzar por sí mismos. Resulta que el andamiaje también es un enfoque bien investigado para apoyar a tu pequeño a medida que va aprendiendo nuevas habilidades.
¿Qué es el andamiaje?
Imagina un puente sobre un río. En un lado del río esta todo lo que tu niño ya puede hacer. En el otro lado está todo lo que aún no puede hacer. Este puente representa lo que puede hacer con ayuda. En síntesis, el andamiaje es cómo puedes ayudarlo a cruzar el puente. La clave es ofrecerle la cantidad adecuada de apoyo (más sobre esto abajo) en dosis decrecientes hasta que pueda lograr la tarea solo.
Por ejemplo, la primera vez que le das a tu niño pequeño un cubo para encajar figuras, él ya sabe cómo agarrar, recoger y dejar caer los bloques, pero aún no sabe cómo ponerlos en el cubo. El andamiaje es el apoyo que tú le ofreces a medida que va aprendido a poner los bloques donde corresponden.
Cómo apoyar al niño por medio del andamiaje
Estas son algunas cosas para tener en cuenta para un andamiaje exitoso:
Observa a tu niño.
¿Cuál es su temperamento? ¿Qué disfruta hacer? ¿Cuándo se da por vencido? ¿A qué tipo de apoyo responde de manera positiva? ¿Cuánto tiempo puede enfocarse en una actividad?
Identifica oportunidades de andamiaje.
¿Cuando tu niño pequeño se demora una eternidad para ponerse sus zapatos, interfieres y lo haces por él, a pesar de saber que es una habilidad que necesita aprender? Todos hemos pasado por ahí, por eso escribimos sobre la importancia de quedarte quieto cuando tu niño está persistiendo en una habilidad nueva.
Una clave del andamiaje es hacerte esta pregunta: ¿Qué estoy haciendo por mi niño que él esté preparado en su desarrollo para hacer solo?”
Ofrece “la cantidad justa” de ayuda.
El objetivo del andamiaje es ayudar al niño a sentirse apoyado y seguro mientras que se fomenta la independencia y autosuficiencia. Sin el apoyo, el niño podrá sentirse abrumado y darse por vencido. Con demasiado apoyo, perderá oportunidades de solucionar problemas, y aprender resiliencia por medio del fracaso y el ensayar otra vez. El punto medio, es la cantidad justa de apoyo ofrecido en pequeñas dosis, que guiará al niño permitiendo errores y hasta frustraciones (dentro de ciertos límites, por supuesto).
La cantidad de ayuda que le ofrezcas es importante, pero también el cómo la ofreces. Las maneras para hacer andamiaje incluyen:
- Demostrando (y narrando mientras tú lo haces) – Esto es a menudo el primer paso al enseñar una nueva habilidad. Dale al niño la oportunidad de imitar tus acciones, y si le cuesta trabajo, muéstrale otra vez.
- Ofrece opciones – Si tu niño está teniendo dificultad para encontrar en dónde va la pieza de un rompecabezas, por ejemplo: Veamos, yo creo que va acá, o acá. ¿Cuál de las dos crees que es?
- Haz preguntas de “Me pregunto”- ¿Me pregunto qué pasaría si volteamos esta pieza? (usando gestos, o guiándole la mano si lo necesitas).
- Cambia las cosas – Si tu niño está perdiendo el interés en aprender en cómo construir una torre, por ejemplo, y le encantan los libros sobre animales, agarra un par y trata de construir la torre con estos. Una vez entienda el concepto, cambia a los bloques otra vez.
Dale tiempo para procesar.
¡Otra vez volvemos al no lanzarte a ayudar! Ten en mente que los pequeños a veces necesitan varios segundos (o más) para procesar lo que ven y oyen antes de imitar o seguir instrucciones.
Por último, felicítalo mucho por su gran esfuerzo. Para leer consejos sobre cómo elogiar los esfuerzos de tu niño, dirígete a nuestro artículo sobre cultivar una mentalidad de crecimiento.
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