¿Has perseguido hoy a tu pequeño nuevo corredor en el parque? ¿has tenido una fiesta bailable en la sala de tu casa? ¿lanzaste pelotas en el patio? Si no, date prisa porque enseñarle a tu hijo a correr, saltar y lanzar (así como a patear, atrapar, brincar y más en la medida en que vaya creciendo) está directamente relacionado con una vida de actividad física y sus innumerables beneficios.
Habilidades fundamentales del movimiento
Las habilidades de motricidad gruesa durante los dos primeros años de vida de tu hijo se pueden dividir entre las habilidades motrices básicas (como rodar, gatear y caminar) y las habilidades fundamentales del movimiento (como correr, saltar y lanzar).
Las Habilidades Fundamentales del Movimiento (HFM) son los componentes básicos de la actividad física. Existen estudios que demuestran que los niños que dominan estas habilidades son más activos físicamente durante la infancia, la adolescencia y la edad adulta que aquellos niños menos capacitados.
¿Por qué es importante?
Los investigadores han descubierto que, a nivel general, los niños de hoy son menos activos que los niños de la generación anterior. Tienen menos fuerza física, flexibilidad y resistencia. La obesidad infantil va en alza y junto con ella un mayor riesgo de enfermedad. Los expertos en desarrollo infantil culpan a este fenómeno de varios aspectos, entre éstos la disminución de las HFM adecuadas.
Lo que puedes hacer
Lo más importante que puedes hacer es enseñarle éstas habilidades a tu hijo. La investigación demuestra que las HFM deben enseñarse y practicarse, así que comprométete con tu hijo para realizar juegos y actividades que comprendan las HFM apropiadas para su edad. Nuestro programa BabySparks es un gran lugar para encontrar ideas.
A continuación encontrarás algunos consejos para tener en cuenta:
Ten cuidado con los equipos y juegos para bebés. Los expertos en desarrollo infantil, incluyendo a la Academia Americana de Pediatría (AAP), advierten que el uso excesivo de los equipos para bebés, tales como columpios, asientos de rebote y gimnasios o centros de actividad pueden interferir con el desarrollo de las habilidades motrices básicas (rodar, gatear, caminar, etc.) que tu hijo debe dominar antes de aprender las HFM. Comprendemos que a veces es necesario, por la seguridad del bebé, el uso de un asiento de rebote en el baño mientras tomas un baño, por ejemplo. La clave es usar el equipo para bebés por razones de seguridad por lapsos cortos de tiempo más que por conveniencia habitual.
Evita las pantallas. La AAP recomienda no utilizar pantallas antes de los 18 meses de edad y en adelante, no más de una hora diaria. Entre otras razones, la AAP advierte que las pantallas pueden interferir con la práctica de actividades de cuerpo entero que tu hijo necesita para dominar las habilidades básicas y fundamentales del movimiento.
Intenta 60 minutos de movimiento al día. De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, tu hijo debe hacer al menos una hora de actividad física moderada y placentera todos los días, a partir de los 2 años de edad. En BabySparks decimos ¿por qué no empezar antes? El día que llegas a casa del hospital con tu bebé recién nacido puedes comenzar a hacer nuestras actividades con él (¡hola: hora de estar boca abajo!) ya que incorpora actividades físicas diarias desde el primer día. Esto ayudará a mantenerlo encaminado en sus habilidades básicas de movimiento durante su segundo año de vida.
Por último, recuerda que fomentar las habilidades fundamentales del movimiento de tu pequeño no sólo lo prepara para recibir los beneficios de la actividad física para su salud y su estado físico. Estar activo también se relaciona con mejores resultados cognitivos, sociales y emocionales.