El entrenamiento para ir al baño por lo general no es algo que los padres quieran hacer, pero la mayoría está ansiosa por hacerlo. Independientemente del método de entrenamiento para ir al baño que elijas, es importante saber si tu pequeño está listo para comenzar. Estar listo puede hacer el proceso más eficiente y menos estresante para todos los involucrados.
Acá encontrarás una recopilación de consejos de expertos sobre la preparación para el entrenamiento del control de esfínteres. La Asociación Americana de Pediatría indica que no es necesario que tu pequeño muestre todas estas señales, pero cuanto más muestre, más posibilidades de éxito tendrá en su entrenamiento.
- Edad. Mientras que algunos métodos tienen recomendaciones de edad definidas, la mayoría de los expertos recomiendan comenzar el entrenamiento para ir al baño a los 18 meses y finalizarlo entre los 24 y 36 meses.
- Factores fisiológicos. Si tu pequeño orina y defeca con regularidad y de manera predecible, mantiene el pañal seco al menos por dos horas al día y después de la siesta, es señal de que su sistema digestivo y su vejiga están maduros para retener su orina o sus excrementos el tiempo suficiente para llegar al baño o a la bacinilla.
- Factores cognitivos. Para dominar el entrenamiento del control de esfínteres, tu pequeño debe ser capaz de reconocer la sensación de tener que orinar o defecar, relacionarla con el acto de ir al baño y mantenerse enfocado el tiempo suficiente hasta completar la tarea.
- Factores de lenguaje. Para aprender los pasos necesarios para usar el baño, tu niño debe ser capaz de entender y de comunicar el vocabulario relacionado con el uso del baño a través de palabras o gestos, así como de seguir instrucciones simples y secuenciales.
- Factores de motricidad fina y gruesa. Tu pequeño necesita ser capaz de ir al baño caminando, manejar su ropa con ayuda, sentarse y pararse de nuevo.
- Factores emocionales. El entrenamiento para ir al baño tiende a ser más fácil cuando los niños muestran el deseo de hacer cosas con independencia. También es un logro emocional para tu pequeño, en la medida en que literalmente está dejando ir algo que considera propio (sí, estamos hablando acerca de su orina y sus excrementos). Si muestra signos de angustia cuando le muestras material relacionado con el entrenamiento para ir al baño (libros, muñecos, bacinillas, etc.), es preferible esperar un poco y retomar más adelante.
- Factores de estilo de vida. El entrenamiento para ir al baño no sólo es emocional para tu pequeño, también requiere de tiempo, energía, paciencia y entusiasmo. Por esas razones es buena idea comenzar cuando tú y tu pequeño estén relajados (sin estar pasando por algún cambio de vida como un nuevo trabajo o mudanza), que esté saludable (sin gripa o malestar) y tenga el ánimo de cooperar. Este último punto puede hacerte reír; un niño pequeño que coopere, ¿quién ha oído hablar de ello? Simplemente significa que si tu pequeño está pasando por una fase especialmente rebelde, puede que no sea el momento ideal para comenzar.
- Factores de comportamiento. Si tu pequeño muestra que le molesta el pañal mojado o sucio y te pide que se lo cambies, es una buena señal que te indica que está listo para usar el baño.
- Factores sociales. La imitación social puede ser un motivador poderoso. Tu niño puede mostrar curiosidad cuando tú, sus hermanos mayores u otras personas usan el baño e imitar sus acciones. También puede ver niños mayores usando ropa interior y mostrar interés en usarla él mismo.
¿Quieres comenzar a preparar a tu pequeño para el entrenamiento para ir al baño? Acá encontrarás algunas cosas que puedes hacer mucho antes de ese gran día para prepararlo para el éxito.